viernes, 16 de junio de 2023

Alerta PaPaz

 

Desde Red PaPaz nos comparten información valiosa relacionada a el impacto en niñas y niños de 0 a 8 años del consumo del cannabis por parte de adultos que los rodean.


Antes de la gestación: cuando el padre o la madre consumen cannabis antes de la concepción se aumenta la probabilidad de que el desarrollo cerebral e integral del bebé se vea afectado


Durante el embarazo: el consumo de cannabis puede generar diferentes situaciones en el bebé, por ejemplo, disminución significativa del peso al nacer⁵, desarrollo cerebral inadecuado⁵, dificultades de aprendizaje y emocionales⁵ a largo plazo, entre otros⁶⁷. Estos efectos pueden presentarse incluso cuando la madre gestante no ha consumido marihuana pero está expuesta a su humo. 


Humo de segunda mano: cuando una persona fuma cigarrillo, cigarrillos electrónicos (mal llamados vapeadores) o cannabis y otra persona inhala los químicos en el ambiente⁷. Cuando niñas y niños en sus primeros años de vida están expuestos a este humo, pueden ser más vulnerables a desarrollar infecciones respiratorias, de oído y ataques de asma¹⁰. Es tal el efecto que si a una niña, niño, adolescente o adulto expuesto al humo le practican una prueba de toxicología el resultado puede ser positivo.

Humo de tercera mano: cuando una persona fuma cigarrillos, cigarrillos electrónicos o cannabis y las partículas del humo quedan en los objetos cercanos (ropa, piel, cabello, polvo, juguetes, muebles, entre otros). Niñas y niños pueden quedar expuestos a estas partículas al tocar los objetos o llevarlos a la boca.

Consumo accidental: cuando niñas y niños ingieren productos con cannabis sin saberlo. En algunos países la legalización ha hecho que esta sustancia se comercialice con empaques coloridos y presentaciones que son llamativas para niñas y niños¹³ (gomitas, dulces). Su consumo en niñas y niños entre los 0 y 6 años es un riesgo pues en estas edades el aprendizaje y la interacción con el mundo significa tocar, probar y meterse objetos a la boca¹⁴. Además de los impactos a largo plazo ya mencionados, niñas y niños pueden experimentar¹⁴ una gran sensación de malestar, dificultades en el equilibrio, haciéndoles difícil caminar o sentarse y dificultades para respirar con normalidad.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante que madres, padres y cuidadores se aseguren de:

Abstenerse de consumir cannabis desde que se tome la decisión de concebir y durante todo el embarazo.
Mantener cualquier sustancia psicoactiva fuera del alcance de niñas y niños.
Evitar el consumo de cannabis en espacios donde se encuentren familias embarazadas o niñas, niños y adolescentes.
Buscar información confiable sobre los riesgos asociados con el consumo de cannabis durante el embarazo y en el entorno en el que se desarrollan niñas y niños.
Acercarse al establecimiento de salud más cercano si se sospecha que una niña o niño ha ingerido alguna sustancia psicoactiva.

Escrito con el apoyo de: Leonardo García, Psicólogo, especialista en psicología clínica y magíster en salud pública


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